Aunque la idea de ciudad vertical lleva décadas entre nosotros (Frank Lloyd Wright - 1956), la implementación de un complejo vegetal a nivel boscoso, que se levante a la vez que las ciudades, es relativamente nueva. No podía imaginar el Arquitecto, que su edificio ciudad milla, tal vez, sería el precursor de lo que hoy se conoce con el nombre de selva vertical.

Inicialmente en Milan y específicamente en el barrio de Porta Nuova, se desarrolla el concepto de una nueva ciudad en altura, dentro de un microclima natural, en una zona donde dicho entorno parecía impensable. Así pues, se levantan dos torres, de 110 y 76 metros de altura, que albergan 480 árboles entre medianos y grandes, 250 pequeños y otras 16.000 plantas y arbustos. Con ello, no solo se consigue dar una nueva visión estética al conjunto urbano, sino que se persigue la solución de un crecimiento sostenible de las ciudades del primer mundo, frente a los problemas que estas sufren: polución, sobrecalentamiento, contaminación acústicas y contaminación por CO2.

Otras particularidades de estas torres selva, son sus sistemas de reciclaje e irrigación de aguas grises, la producción de energía eólica y la implementación de celdas solares fotovoltaicas para suplir parte los elementos básicos de consumo de cualquier organismo urbano.